Pepe Álvarez: “Me gustaría que la mayoría de izquierda salga el 1 de mayo a la calle”
Fecha: 30 Abr 2019
Entrevista a Pepe Álvarez en cuartopoder.es
El secretario general de UGT, Pepe Álvarez (Belmonte, Asturias, 1956), responde a las preguntas de cuartopoder.es unas horas después de que las urnas arrojen una victoria del socialista Pedro Sánchez en las elecciones generales del 28 de abril. Quedan apenas unos días para que tengan lugar las movilizaciones del 1 de mayo, Día de los Trabajadores, y los sindicatos ya lo tienen todo preparado. Este año, las concentraciones y manifestaciones tienen un mensaje básico y crucial: «Primero, las personas”.
Aunque nació en Asturias, Álvarez fue el secretario general de la UGT en Cataluña desde 1990 hasta 2016. Cogió las riendas de la organización sindical años después de que la última reforma laboral del PP consiguiera laminar la negociación colectiva, una de las herramientas sindicales básicas. Haber liderado durante estos años este sindicato quizá sea lo que hace que acoja la nueva mayoría parlamentaria con prudencia hasta ver cómo se desarrollan los acontecimientos.
Quiere que el próximo 1 de mayo la mayoría social de izquierdas inunde las calles para mandar un mensaje potente al nuevo gobierno y al Congreso que se formará durante las próximas semanas. Cuartopoder.es charla con el sindicalista unas horas antes del 1 de mayo.
— ¿Cómo valora los resultados de las elecciones del pasado 28 de abril?
— Es indudable que tras estas elecciones hay una mayoría de españoles que quieren una política de izquierdas, quieren un programa que tenga como base fundamental el reparto de la riqueza y la recuperación de derechos y libertades. A quien se queje porque la derecha ha ido fragmentada, hay que recordarle que la izquierda ha ido fragmentada desde el principio del sistema democrático actual. Hay una mayoría de votantes superior de izquierdas que de derechas.
— En las últimas horas se ha hablado mucho de los acuerdos poselectorales. Desde el punto de vista de los trabajadores, ¿es igual que el PSOE pacte con Unidas Podemos que con Ciudadanos? ¿UGT tiene algún posicionamiento al respecto?
— Es evidente que no es lo mismo pactar con Unidas Podemos que con Ciudadanos. La configuración de un programa político de izquierdas y un gobierno que responda a ese programa es una necesidad objetiva. Tras la campaña, difícilmente puede haber un pacto entre Ciudadanos y el PSOE. Creo que por parte de Ciudadanos ya se ha dejado meridianamente claro que no iba a ser así.
— ¿Comparten el “con Rivera no” que se escuchó el domingo en Ferraz?
— Sobre los acuerdos del Gobierno tampoco es muy conveniente que a estas alturas UGT se manifieste. Nosotros queremos un programa de gobierno nítidamente de izquierdas, que reparta la riqueza, que suba los impuestos. Queremos que el sistema impositivo de nuestro país tenga una relación directa con lo que dice la Constitución y, por tanto, que pague más el que más tiene y que nos acerque a ese del 7 al 9% de diferencia que hay entre el Estado español y los países de la zona euro.
Creo que eso es muy difícil de conseguir con los postulados que hemos oído a Ciudadanos durante esta campaña y con las políticas que ha ido presentando en los últimos años.
— Rivera rompió el carnet de UGT hace unos meses, ¿tienen esperanzas en recuperarle como afiliado después de ver sus propuestas?
— No sé si lo rompió o lo dejó, pero desde en UGT tenemos esa cuestión cerrada. Es un ciudadano más, que tiene todo el derecho a afiliarse o desafiliarse. En todo caso, a mí no me parece legítimo que utilices que estás afiliado cuando tienes problemas, como cuando salió diputado en las elecciones de Catalunya para intentar escaparse de las acusaciones de que era militante de las juventudes del Partido Popular, y lo vuelvas a hacer en otro momento que necesitó justificarlo para tomar otra posición, pero para hacer lo contrario. Para nosotros es un tema intrascendente. Tenemos casi un millón de afiliados y cualquiera que esté en UGT será uno más.
— ¿Usted cree que la cercanía de las elecciones puede condicionar las movilizaciones del 1 de mayo?
Sí, creo que sí las condiciona. Me gustaría que los trabajadores y las trabajadoras de este país y la mayoría de izquierda que ha participado en las elecciones aproveche el 1 de mayo para salir a la calle y que podamos configurar una mayoría social más allá de la mayoría política que ha salido de las urnas.
El Parlamento, en un periodo de tiempo breve, va a poder constituir gobierno y hacer una mayoría con un programa político que nos ayude a recuperar derechos, libertades y a repartir la riqueza que se genera en nuestro país. Hay personas que han ido a votar por el miedo a estos tres partidos de la derecha o por otras razones que no son estrictamente la ilusión o la confianza en un proyecto de futuro. Creo que el 1 de mayo tenemos una gran oportunidad para generar una ola que nos permita que, ahora sí, el cambio se produzca porque hay mucha gente en nuestro país que no puede esperar. Hay personas que se están haciendo multimillonarias mientras una mayoría no llega a fin de mes. Yo llamo a participar en las manifestaciones con la voluntad de fortalecer un movimiento social que sea la palanca que nos ayude a cambiar las políticas.
— Si hay llenazo este 1 de mayo, ¿qué mensaje se estará trasladando al nuevo Gobierno y al nuevo Congreso en esta legislatura?
— Que tienen que cumplir, sencillamente. Llevamos cinco años de crecimiento económico en nuestro país y ha ido solo a las manos de unos pocos. Hay que cambiar las políticas. Creo que ese es el mensaje más importante. Hay que derogar las reformas laborales. Seguro que hay que ir a un nuevo Estatuto de los Trabajadores, pero previamente hay que derogar las reformas laborales. Tenemos que hacer propuestas para generar empleo, para que los 3 millones y medio de paradas y parados tengan una oportunidad para poder trabajar. Casi un tercio de los trabajadores y trabajadoras de nuestro país están por debajo del SMI y tienen que mejorar sus salarios. También está la brecha salarial o la violencia machista que cada día nos deja una mujer que pierde la vida de nuestro país.
— De su discurso se desprende que frente al optimismo que vimos el domingo en Ferraz no está todo conseguido…
— Para nada, creo que las celebraciones a veces son efímeras. La gente sabe, y los sindicatos especialmente, que nunca nadie nos ha regalado nada. Esto hay que trabajarlo cada día. No solo se trata de votar cada cuatro años, sino de ejercer de manera pacífica un compromiso que obligue a la política a hacer lo elemental: conseguir mejores calidades de vida y de felicidad para la gente.
— Durante los últimos meses algunas de las peticiones de los sindicatos eran despachadas con la excusa de que el PSOE solo tenía 84 diputados, ¿esperan ustedes más compromiso o valentía para afrontar algunos temas ahora que tiene 123?
— Por lo menos esa excusa no la van a tener. En estos momentos hay una mayoría para cambiar estas políticas que está en torno a 180 diputados. Tengo la absoluta certeza de que tanto Unidas Podemos como ERC y el PSOE pueden abordar estos cambios por mayoría.
— Antes me hablaba de ese nuevo Estatuto de los Trabajadores que lleva el PSOE en su programa. A juicio de UGT, ¿qué debería incluir?
— Es imprescindible una actualización del Estatuto. Se han hecho muchas reformas, algunas de ellas incluso contradictorias. Por tanto, solo por eso merecería la pena hacer una revisión global del texto. Hay que incorporar los nuevos elementos que han aparecido, sobre todo los relacionados con las nuevas tecnologías y las plataformas digitales. También lo que atañe a la desconexión por parte de los trabajadores y trabajadoras cuando acaban su jornada. Esto nos permitiría tener una legislación que diera respuesta a la nueva situación del mercado laboral y que acabásemos de una manera definitiva con toda esta situación.
— Me gustaría hablar de la seguridad laboral y la siniestralidad en el trabajo, ¿esta problemática merece más atención de la que está teniendo?
—Seguro, y por parte de los sindicatos también. El desastre provocado por las reformas laborales de los últimos años ha hecho que nos cueste mucho trabajo poder situar cada día en la agenda de los medios ciertos temas. Uno de ellos es la salud y la seguridad en el trabajo. Me parece dramático pensar que mañana cuando nos levantemos tendremos la seguridad de que hay dos personas que no van a volver vivas a su casa.
En realidad, hay medios para que una parte importante de estos accidentes mortales no ocurran, pero podríamos decir lo mismo de las decenas de miles de personas que se quedarán incapacitadas porque tendrán un accidente que les va a impedir continuar desarrollando su vida y su trabajo. Por tanto, esto merece un trabajo constante que va, por un lado, por la obligación de hacer cumplir la legislación. La administración tiene pocos medios, y los sindicatos también, para poder implementar las medidas necesarias para poder trabajar con seguridad. Por otro lado, la precariedad mata. La situación de temporalidad que se vive en nuestro país, con toda seguridad, es la causante de la mayoría de los accidentes de trabajo.
—Por último, de 1 de mayo a 1 de mayo, ¿cómo valora Pepe Álvarez estos últimos 365 días en el plano laboral?
—Llevo tres años de secretario general y cada uno de esos años es de transición. Me gustaría decir otra cosa a los trabajadores de este país, pero en relación a los temas a debatir con el gobierno, a los fundamentales no hemos sido capaces de hincarles el diente. Por eso, creo que entramos en una etapa con algunos elementos que nos tienen que hacer cambiar algunas cosas.
Hay dos factores que me parecen muy positivos. El primero de ellos es el acuerdo de negociación colectiva que firmamos con la CEOE y que prevé que en 2020 no haya ningún convenio colectivo con un salario de menos a mil euros. El propio acuerdo prevé aumentos salariales que están haciendo que los convenios que se firman estén por encima del IPC. Es poco, pero cambia sustancialmente la pérdida de poder adquisitivo que habíamos tenido otros años.
Por otro lado, el Ministerio de Trabajo ha puesto en marcha un plan contra la precariedad laboral y el trabajo indecente que se está produciendo en nuestro país. Ha dado resultados positivos aunque insuficientes porque continúa habiendo un alto nivel de precariedad y de falta de condiciones de trabajo, pero creo que sigue siendo una medida positiva.
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