Reforzar la protección social, ante la transformación digital
Fecha: 06 Feb 2019
Mª Carmen Barrera en la jornada “La transformación digital de la economía a la del trabajo y su impacto en los sistemas de protección social: retos para un futuro inmediato”
La Secretaria de Políticas Sociales, Empleo y Seguridad Social, Mª Carmen Barrera, ha señalado que “los sindicatos venimos alertando desde hace tiempo, dando voz a un número creciente de estudios e informes, que la llamada Cuarta Revolución Industrial va a provocar graves disrupciones o malestar social por dos motivos: porque la Revolución 4.0 puede generar más destrucción neta de empleo del que se cree (por la sustitución de mano de obra humana por máquinas, más baratas y, sobre todo, más dóciles) y por la creación de nuevas formas de empleo, más desreguladas y precarizadas”.
Así, la llamada nueva economía digital puede conllevar “la desregulación del trabajo, la reducción de las protecciones sociales públicas y el peso de los propios sindicatos, como contrapoder o fuerza equilibradora frente a las nuevas formas del capitalismo”. Esto se produce porque “se quiere convencer a las personas de que la era postindustrial implica transitar de la economía de trabajadores a la economía de emprendedores, aunque la pretendida autonomía de éstos sea falaz”. Una desregulación laboral y social que pone en riesgo las bases de nuestros sistemas de protección social y que UGT no va a consentir.
Mª Carmen Barrera ha hecho estas declaraciones durante la inauguración de la Jornada sobre “La transformación digital de la economía y del trabajo y su impacto en los sistemas de protección social: retos de futuro inmediato”, organizada por el grupo de “Estudios sobre Pensiones Suficientes, Seguridad Social Universal y Democracia” de la Fundación Francisco Largo Caballero de UGT.
Cambios para una transformación digital inclusiva
Para conseguir que la sociedad se aproveche de los enormes cambios que implica la era digital hay que consolidar los pilares sociales, restaurando en primer lugar todos los derechos perdidos por las reformas laborales y de Seguridad Social impuestas por las políticas de austeridad seguidas por el Gobierno del Partido Popular, y, en segundo lugar, renovando algunos de ellos, con especial incidencia en el plano de la protección social.
Hay que aprovechar la nueva economía digital en favor de los trabajadores y los ciudadanos, convirtiendo en asalariados a los “falsos autónomos, erradicando las discriminaciones de género y las nuevas formas de trabajo, que están generando trabajadores cada vez más pobres, algo que debilita la protección social”.
En este sentido, Barrera ha planteado que “si el empleo en la era digital tiende a ser cada vez menor, prestándose a través de formas con menos base de cotización social (autónoma, precarizada) y las reformas lejos de corregir esos desajustes los intensifican, entonces queda claro que asistimos a un grave riesgo de mayor erosión de las bases del sistema de protección social”.
Estas Jornadas son esenciales para afrontar los distintos interrogantes que plantea la transformación digital en este ámbito: qué tratamiento, en materia de Seguridad Social, merecen las nuevas formas de trabajo; qué capacidades tiene la Seguridad Social actual para garantizar una protección social suficiente, y equitativa; qué incidencia tiene esta transformación digital, de la economía y del trabajo, en la financiación del sistema de la Seguridad Social y en su necesaria sostenibilidad y suficiencia (y si hay que acudir a un mayor esfuerzo fiscal, cómo se debe articular.
Otro interrogante fundamental es si la economía digital creará las condiciones sociales, económicas y políticas para forzar una mutación en el modelo de articulación de la protección social en España, promoviendo formas más solidarias y asistenciales que contributivas. Así, por ejemplo, si el empleo cada vez tiene menos capacidad para sostener un sistema adecuado de protección social, quizás sea el momento de repensar nuestro sistema, a fin de incluir una renta de ciudadanía que asegure una existencia digna a toda persona, al margen de que preste o no trabajo asalariado.