El registro horario permitirá combatir el fraude en la contratación y en las horas extraordinarias no pagadas

El Secretario de Política Sindical de UGT, Gonzalo Pino, ha afirmado que el registro y control horario es una propuesta acertada, que tiene que ver con la exigencia que desde hace años llevamos reivindicando los sindicatos, porque hay una gran dificultad en saber las horas extraordinarias que puede hacer un trabajador, cuando se desconocen las horas ordinarias que realiza. Es una medida acordada, importante y que tiene que salir adelante”.

Pino, que ha hecho estas declaraciones en el programa “Las Mañanas” de RNE, ha manifestado que “de 7 millones de horas extraordinarias que se hacen a la semana, 3 millones, ni se pagan, ni se compensan” y eso repercute en los ingresos del trabajador, de la Seguridad Social y de las arcas públicas.

Esta medida tiene que facilitar que la Inspección tenga un modo de controlar directamente las horas ordinarias y extraordinarias que realiza un trabajador o trabajadora, porque habrá una obligación legal por parte del empresario a facilitar la información requerida, en este sentido, a los trabajadores, a sus representantes y a la propia Inspección de Trabajo.

Una medida que llegará a todas las empresas y a todos los sectores

Pino ha precisado que en las grandes empresas donde hay representación sindical y, por tanto, una correlación de fuerzas, no existe el problema, hay una situación de normalidad en cuanto al control de las horas ordinarias y extraordinarias que se realizan.

El registro horario afecta directamente a las pequeñas y medianas empresas y no tiene por qué ser un elemento costoso. Se puede introducir este elemento de control, de fichaje, a través de las nuevas tecnologías y la informática.

Pino ha precisado que no cree que ningún trabajador o trabajadora tenga problemas en que se sepa cuántas horas ordinarias y extraordinarias trabaja. El problema lo pueden tener algunos empresarios que están obteniendo grandes beneficios, en base al fraude que se está produciendo por este asunto, el fraude en la jornada de trabajo, el fraude en la contratación, porque muchos contratos a tiempo parcial, en realidad no lo son. “Es muy difícil acabar con el fraude en la contratación que se produce en este país, y eso es lo que están tratando de proteger una parte importante de los empresarios por los beneficios que les supone esa forma de trabajar”.

Por otra parte, esta norma tiene que aplicarse en todos los sectores. La inspección debe conocer cuál es la situación, cuántas horas de trabajo se realizan en todos ellos, y si se pagan o se compensan las horas extraordinarias que se realizan.

Proteger al trabajador

Gonzalo Pino ha señalado que, aunque las horas extraordinarias no son obligatorias, sino voluntarias, en las pequeñas y medianas empresas, donde los trabajadores tienen una gran inseguridad por la continuidad de su empleo, muchos empresarios aprovechan esta situación para imponer unas condiciones no dignas y obligan a realizar un número determinado de horas extraordinarias que no pagan.  Los trabajadores y trabajadoras en ese escenario tienen muchas dificultades para la denuncia porque eso implica que puedan perder su puesto de trabajo, o que no se les renueve su contrato.

Por lo tanto, “hace falta un mínimo legal y ese mínimo legal lo tiene que permitir esta norma, pues todos los empresarios tendrán que cumplirla” ha concluido.

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