Por todas, a por todas por la Igualdad

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En el momento actual nos vemos en la necesidad de centrar nuestra atención de manera especial en las discriminaciones laborales que existen en nuestro país por cuestión de género. Es importante señalar las graves consecuencias que nos afectan a nosotras doblemente. Pues somos nosotras las que tenemos en mayor medida contratación a tiempo parcial y una elevada temporalidad,  concretamente la tasa de temporalidad es especialmente alta entre los jóvenes de menor edad (85,9%), pero aún más entre las mujeres jóvenes (87,8%). Además, la persistente división sexual en el trabajo, genera una profunda desigualdad social y laboral, con síntomas tan visibles como una brecha salarial cercana al 30%, mayores niveles de desempleo y precariedad, las que soportamos mayores cargas familiares, soportando en muchos casos dobles jornadas por falta de corresponsabilidad, acoso laboral. Y es que entre la juventud persisten actitudes machistas para un 56% de los jóvenes como demuestra el Informe “Jóvenes y Género. La (in)consciencia de equidad de la población joven en España” elaborado por el Centro Reina Sofía.

Que, al no existir una conciliación laboral y familiar bien repartida entre hombres y mujeres, bien por cuestiones culturales que hay que ir transformando, bien por un sistema legislativo insuficiente que mantiene una diferencia de permisos entre ambos sexos, lo que fuerza a las mujeres a ser ellas quienes ejerzan una mayor carga de trabajo de cuidados. Esto, al producirse en pleno desarrollo profesional, genera que sean los hombres los que promocionan y se desarrollen en el mundo laboral, hecho cuyo resultado lleva al denominado “techo de cristal” y se traduce en una brecha salarial y un deterioro de la prestación de jubilación futura de las mujeres.

 

Todas estas discriminaciones laborales, se ven acentuadas por un sistema machista en el que las mujeres recibimos continuos ataques y violencias físicas, psicológicas y sexuales, con asesinatos y agresiones cada vez a edades más tempranas.
Es por ello, que somos más vulnerables frente a la pobreza, concretamente, las mujeres jóvenes, tenemos una tasa de exclusión social un punto más que la de los hombres jóvenes, concretamente la nuestra es del 38,1%.

 

Lo anteriormente expuesto y tras las movilizaciones del anterior 8 de Marzo, que llevó a una conciencia social sobre un problema, pero no se tradujo en ninguna medida de mejora de las condiciones laborales de las mujeres, nos lleva a que en este 8 de Marzo de 2019, nos veamos en la obligación de tener que subir un peldaño más en nuestra presión para poder alcanzar otro modelo social, político y económico que garantice la igualdad real entre mujeres y hombres jóvenes y el fin de las violencias, por tanto, RUGE defendemos la convocatoria y animamos al paro de 24 horas el próximo 8 de marzo

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►Cuadro de movilizaciones

►Manual de Instrucciones "Huelga General #8M"

►Carteles (castellano, catalán, euskera, gallego)

►Manifiesto conjunto "Por la igualdad real, los avances en derechos y frente a cualquier riesgo y amenaza"