Sin la subida de los salarios no habrá salida de la crisis

Fecha: 30 Jun 2021

El Índice de Precios del Trabajo de 2019 constata la necesidad de seguir aumentando el SMI


Los datos definitivos del Índice de Precios del Trabajo (IPT) de 2019, publicados hoy por el INE, muestran un crecimiento muy reducido de los salarios, aun teniendo en cuenta la fase expansiva en la que se encontraba la economía española en aquel año, cuando el PIB creció un 2%. A pesar de las subidas en ese año del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y de los salarios mínimos de convenio firmados en el IV Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), los salarios medios se mantuvieron prácticamente estancados, creciendo solo un 0,5%, lo que supone 5,1 puntos menos que en 2018.  Este incremento, por tanto, no compensa la subida del nivel general de precios, que se situó en 0,7 puntos porcentuales en 2019, causando una pérdida de cerca de 2 décimas en el poder adquisitivo de los hogares. 

El sindicato recuerda que los salarios no son sólo relevantes en su vertiente económica, sino que también se erigen como un elemento redistributivo de primer orden, al permitir repartir de manera más equitativa los frutos del crecimiento de la actividad económica, mejorando la calidad de vida de los trabajadores y las trabajadoras y situándose como una salvaguarda contra la creciente desigualdad que acecha desde hace años nuestro panorama laboral. 

Por ello, para UGT es imprescindible que el SMI siga subiendo, hasta alcanzar el 60% del salario medio del país. Su congelación en 2020 no tiene justificación alguna, y está castigando a quienes tienen menos ingresos. En este sentido, el sindicato insta al Gobierno a que convoque ya la mesa de diálogo en esta materia y tome una decisión sobre la subida del SMI para este año, incrementándolo tal y como señalan las recomendaciones del Comité de Expertos para el Análisis del SMI. No se puede mirar hacia otro lado mientras el nivel general de precios, empujado por los de la electricidad y los carburantes, no para de crecer y encarecer el coste de la cesta de la compra de los hogares. 

CEOE se tiene que sentar a negociar el nuevo AENC

No solo el Gobierno debe aumentar el salario mínimo en nuestro país. Las empresas también deben proceder a incrementar los salarios mínimos por convenio. Por ello, la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores reclama a la patronal recuperar el diálogo y sentarse a negociar un nuevo AENC, que recoja criterios de empleo, salarios y condiciones laborales coherentes con esta nueva etapa económica, para eliminar incertidumbres y consensuar una estrategia de salida de la crisis que permita un reparto equilibrado de esfuerzos y beneficios. 

Hay que proteger las rentas de la clase trabajadora, muy debilitadas ya de por sí por la devaluación salarial sufrida a causa de la pandemia, y que se suma a la impuesta en la Gran Recesión. Además de atender a razones de justicia, para no dejar de lado a aquellos que más lo necesitan, es preciso entender que la recuperación no será posible si no aumenta el consumo de los hogares, y ello no sucederá si no crecen los salarios reales. Por eso, ante una crisis como la actual, subir los salarios y proteger a los trabajadores no es una opción, sino una necesidad ineludible. 

Estas subidas salariales deberán ir acompañadas de la creación de empleo de mayor calidad, indispensable para asentar los pilares sobre los que construir esa recuperación económica socialmente justa. Para ello, el Gobierno debe derogar ya la reforma laboral de 2012 y poner en marcha cuanto antes las medidas previstas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, para impulsar la inversión productiva y reforzar los servicios públicos. 

Datos de interés

UGT recuerda que el Índice de Precios del Trabajo mide el cambio en el precio del trabajo en el tiempo de manera homogénea, dejando fuera aquellos cambios que no están estrictamente relacionados con cuestiones salariales, como la calidad o la cantidad de trabajo realizado (número de horas trabajadas, tipo de contrato, etc.). Esto permite obtener una panorámica más fiel de la evolución salarial, al obtener los datos de las retribuciones una vez eliminadas las distorsiones producidas por el efecto composición del empleo. 

Esta evolución salarial es especialmente negativa, puesto que muestra la continuación de la dinámica de devaluación salarial que sufre la clase trabajadora de nuestro país desde 2010, y que se hizo más llamativa a partir de 2012, cuando la reforma laboral rompió el equilibrio de fuerzas en la negociación colectiva en favor de las empresas e impidió con ello una distribución justa de las ganancias derivadas de la recuperación económica. La baja calidad del empleo creado durante este tiempo ha instalado en nuestro mercado laboral la grave anomalía que supone para una economía que los salarios caigan en plena fase de expansión económica. 

Así, desde 2009 y hasta 2017, la pérdida acumulada de poder adquisitivo de los salarios se elevaba a 12,2 puntos porcentuales. Esta situación se vio corregida, en parte, por la subida de 2018, que incrementó el salario real de los trabajadores y trabajadoras un 3,9% en 2018. No obstante, el ligero incremento en los salarios nominales experimentados este año no consigue mantener la tendencia positiva registrada para los salarios reales, haciendo que aumenten la pérdida de poder de compra acumulada desde 2009, que se eleva a 7,8 puntos porcentuales. 

Observando los datos desagregados, se aprecia que en 2019 los salarios de las mujeres crecieron (2,2%), mientras que los de los hombres cayeron un 0,8%. Por tipo de contrato, el IPT creció un 0,6% para los indefinidos y se mantuvo estable en el caso de los contratos temporales. Teniendo en cuenta la edad de los trabajadores, la única caída se produjo en el grupo de menores de 25 años (-0,6%) y el mayor incremento en aquellos entre 35 y 44 años (0,8%), que no obstante fue muy reducido.

Los datos de este Índice muestran la importancia que tienen los salarios para aumentar la capacidad de compra de las familias en la salida de la crisis de COVID-19, siendo imprescindible que ganen poder de compra si se quiere reforzar el consumo y la demanda interna de la economía y contribuir con ello a sentar las bases para un cambio de modelo productivo basado en un desarrollo económico equilibrado y sostenido en el tiempo, que cree empleo de calidad.
 

 

 

Fuente: UGT