Paula Ruiz, coordinadora de la Unión de Técnicos y Cuadros de UGT y Vicepresidenta de EUROCADRES, ha participado en el Congreso de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) en la conferencia Juntos y juntas por una economía para las personas y el planeta. En su intervención, Ruiz ha destacado la importancia del acceso a la formación de las personas trabajadoras en un entorno laboral caracterizado por un cambio constante.

La propuesta desarrollada por la coordinadora de UTC plantea la necesidad de introducir, a nivel legal, un derecho a la formación de todas las personas trabajadoras; un derecho vinculante que “debe estar guiado por las necesidades de la mano de obra”.  Este aprendizaje constante se plantea como una necesidad en un contexto de transiciones necesarias en muchos ámbitos, entre ellos, el tecnológico. La realidad es que “solo el 20% de las empresas europeas ofrecen formación en TIC”, cuestión que deja fuera de este avance a la mayoría de las personas trabajadoras. 

Este derecho vinculante a la formación no puede depender de la clase trabajadora. Según Ruiz, “la formación debe tener lugar durante las horas de trabajo y la carga financiera no debe recaer en las y los trabajadores titulados y cualificados”. Los riesgos de no avanzar hacia un derecho a la formación son varios y de peso. Entre ellos, la coordinadora de UTC ha destacado “aumentar el déficit de cualificaciones, aumentar la probabilidad de pérdida de puestos de trabajo, reducir la rentabilidad de las empresas y hacer que Europa sea menos innovadora”. 

A pesar de que sean cada vez más las europeas y europeos que completan estudios de tercer nivel, es insostenible para estas personas no reciclarse frecuentemente en sus aprendizajes técnicos, una necesidad que recae también sobre el personal profesional y directivo. La “evolución del trabajo requiere una revolución para los derechos de las y los trabajadores” ha apuntado Paula Ruiz. Por ello, la coordinadora de UTC-UGT se ha dirigido directamente a los líderes sindicales para plantearles QUE, en esta cuestión, “debemos estar en primera línea”.