Artículo de opinión de Ana García de la Torre, Secretaria de Salud Laboral y Medio Ambiente de UGT, en contrainformacion.es

Ha terminado el proceso electoral con la continuidad del Gobierno de Pedro Sánchez. Un proceso en el que el cambio climático ha estado en un segundo plano, pero al menos, a diferencia de otras ocasiones, si ha sido abordado. Algo que debe valorarse de forma positiva.

De todas formas, sigue sin tratarse con la importancia y la urgencia que se requiere. Parece que seguimos sin ser conscientes de que estamos ante el mayor reto al que se enfrenta la Humanidad en este siglo. Somos la primera generación que estamos sufriendo las implicaciones y los impactos del cambio climático y, al mismo tiempo, somos la última que puede poner medidas para frenarlo o mitigarlo.

Y estas medidas no pueden esperar. El informe del IPCC del 1,5ºC ya nos muestra, sin lugar a dudas, que los impactos tanto para los ecosistemas y los seres vivos, como para la economía y la sociedad son mucho mayores si se limita el aumento de la temperatura del planeta a 2ºC que si se hace a 1,5ºC. Teniendo en cuenta que la temperatura en 2018 ya se situó en un aumento de 1,1ºC (incremento que en España, país altamente vulnerable, llegó a 1,5ºC), el tiempo se nos agota. Se necesita liderazgo político tanto a nivel Europeo como de nuestro país y que se tomen medidas ambiciosas y urgentes, siempre bajo el principio de la transición justa y de la justicia social. Es tiempo de pasar a la acción.

A nivel mundial, la juventud lleva tiempo reclamándolo de manera clara y contundente. Desde el pasado agosto una joven sueca de 16 años, Greta Thunberg, se ha situado cada viernes enfrente del parlamento de Estocolmo con un cartel que dice “huelga escolar por el clima”. Este acto se ha convertido en un fenómeno mundial al que se han unido jóvenes de todas las partes del mundo, creando el movimiento #FridayforFuture, que la Unión General de Trabajadores apoya y defiende.

El 67% de los jóvenes europeos defiende que se priorice la lucha contra el cambio climático en los próximos años, según los últimos resultados del Eurobarómetro. El cambio climático, la pobreza y las desigualdades son las principales prioridades que debería tener la Unión Europea para la gran mayoría de jóvenes.

De cara a las próximas elecciones europeas, los sindicatos también exigimos que en el próximo mandato éstas sean materias fundamentales sobre las cuales establecer las políticas europeas. Los objetivos de temperatura del acuerdo de París, los conocimientos científicos que se desprenden de publicaciones recientes, así como las movilizaciones de ciudadanos y jóvenes en favor del clima, invitan a revisar la actual acción climática en la UE para hacerla más ambiciosa sin dejar a nadie atrás.

Desde la Confederación Europea de Sindicatos (CES), se han establecido los siguientes puntos prioritarios de cara a la próxima a la próxima Comisión Europea y al Parlamento:

• La UE debe establecer unos hitos creíbles para lograr que las emisiones netas sean nulas en 2050 y crear las condiciones sociales y económicas necesarias para alcanzarlos.
   
• La UE debe demostrar un liderazgo firme para construir un régimen climático mundial justo y sólido.
   
• La UE debe desplegar tecnologías de vanguardia sostenibles y reformar sus políticas forestales y agrícolas.
   
• La UE debe establecer un pacto de financiación de la lucha contra el cambio climático para impulsar la acción climática.
   
• La UE debe garantizar una transición justa y el derecho a la energía.
   

La transición justa como principio necesario en la transición

La transición justa y el trabajo decente se reconocen ahora como principios rectores de la acción climática. El Acuerdo de París, la Declaración de Silesia de Solidaridad y Transición Justa y las directrices de la OIT han anclado bien estos principios en el núcleo del régimen climático internacional. Por lo que la transición justa debe convertirse en un objetivo político general para los líderes que dirigirán la UE después de las elecciones europeas y para la nueva etapa de Gobierno del PSOE, que ya en la anterior legislatura presentó la Estrategia de Transición Justa dentro de su Marco Estratégico de Energía y Clima.

La base de cualquier estrategia de transición justa tiene que ser una política industrial sostenible que mantenga y cree puestos de trabajo en sectores y regiones en transformación debido a la descarbonización. A continuación, garantizar las transformaciones laborales, a través del diálogo con los interlocutores sociales, mediante programas de reciclaje y de mejora de las cualificaciones. Lo que ayudará a los trabajadores y las trabajadoras a pasar de un sector en declive a actividades con mejores perspectivas. La condición clave para construir una transición justa es proporcionar una solución a las personas afectadas negativamente por la descarbonización. No puede haber una transición ecológica que no se base en la justicia social y ayude a reducir las desigualdades y la pobreza.

En definitiva, desde UGT esperamos que tanto el próximo Gobierno español como el de la UE demuestren su liderazgo en la lucha contra el cambio climático, así como en la construcción de una transición justa para los trabajadores y las trabajadoras, con el objetivo de que nadie se quede atrás en el camino hacia una economía descarbonizada.