UGT apuesta por la prevención y políticas de desarrollo rural para luchar contra los incendios forestales
Fecha: 09 Ago 2020
Ha elaborado el informe “La nueva realidad de los incendios forestales ante el cambio climático”
• En 2020 ha disminuido el número de incendios forestales respecto al año anterior, pero esto se ha debido a las condiciones meteorológicas y a la crisis de la COVID y no a la planificación y acción estratégica de las comunidades autónomas.
• El cambio climático intensifica los incendios forestales y estos, a su vez, aceleran el cambio climático. Hay que acabar con este bucle con una estrategia más eficiente y decidida contra incendios.
• UGT reclama una planificación territorial adecuada como una de las herramientas antiincendios, implementando políticas de desarrollo rural que fijen a la población y creen empleo verde y de calidad.
La irrupción de la Covid-19 ha provocado recesión económica, destrucción de empleo, deterioro de condiciones laborales y sociales, aumento de la desigualdad y se ha llevado la vida cientos de miles de personas en el mundo. Sin embargo, para UGT ésta no es la única crisis a la que nos enfrentamos. Actualmente estamos sufriendo otras, como la pérdida de biodiversidad y la emergencia climática. Crisis que, según la ciencia, pueden tener consecuencias incluso más devastadoras, llegando a poner en serio peligro nuestra supervivencia en el planeta. Por ello la comunidad científica lleva años advirtiendo de la necesidad de actuar de forma urgente ante la emergencia climática.
Así se refleja en el informe “La nueva realidad de los incendios forestales ante el cambio climático” elaborado por UGT, donde se señala que el mundo está viviendo las consecuencias de un calentamiento global de 1 °C. Se está transformando nuestro entorno, aumentando la frecuencia y la intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos tales como sequías, olas de calor, riadas repentinas, tifones y huracanes, que están causando una devastación masiva y pérdida de vidas humanas. Además, muchos estudios revelan que la región Mediterránea es una de las más vulnerables a los efectos del cambio climático y al calentamiento global.
El aumento de la temperatura y las olas de calor, unidas a largos periodos de sequía hacen que los incendios forestales se produzcan de manera más virulenta y se aumente el periodo de alto riesgo. Asimismo, el fenómeno de la despoblación rural en España implica que los territorios sean más vulnerables ante los incendios forestales. Cada terreno que se abandona, que no se cultiva o que se deja de pastorear, o cada aprovechamiento agroforestal que se desmantela, se convierten en terreno que puede ser arrasado por un incendio de alta intensidad. Y, por otro lado, cada hectárea quemada es una ocasión perdida para frenar la pérdida de biodiversidad, proteger el suelo, almacenar recursos hídricos, reducir la desertificación, mitigar la emergencia climática, etc. Nos encontramos ante un círculo vicioso donde el cambio climático intensifica los incendios forestales y estos, a su vez, aceleran el cambio climático.
Disminuyen los incendios en 2020, pero por la COVID, no por la acción de las CCAA
El número de incendios forestales en lo que llevamos de año 2020 está siendo considerablemente menor a la media del último decenio, al igual que el número de hectáreas quemadas. Desde UGT valoramos este hecho, pero sabemos que no viene marcada porque desde las distintas Comunidades Autónomas se hayan establecido planes o estrategias con medidas enfocadas a la prevención de los incendios forestales. Estos datos favorables se han dado por las condiciones meteorológicas que hemos vivido en España en los primeros 7 meses del año y por las consecuencias del confinamiento de la población debido a la crisis sanitaria de la Covid-19 (hay que recordar que casi el 95% de las incidencias son producidas por la acción humana). Ante esta situación, UGT insiste en que estos datos son coyunturales y no pueden hacer que las administraciones se confíen y rebajen sus preocupaciones.
Para el sindicato, la verdadera solución ante los incendios forestales pasa por una estrategia de lucha contra incendios basada en la prevención. Hay que hacer el territorio menos inflamable y más resiliente al cambio climático. No podemos basarnos únicamente en adquirir más vehículos para la extinción o seguir aumentando los medios materiales, hay que cambiar el enfoque, centrándonos también en la gestión del paisaje y en la educación y sensibilización para aumentar la conciencia del riesgo y tratar de reducir las negligencias, accidentes o descuidos.
Si no modificamos la forma de actuar, las consecuencias de los incendios forestales serán cada vez más dramáticas. A día de hoy los incendios forestales son uno de los desafíos más importantes para nuestro país, tanto desde el punto de vista ambiental, como económico y social y las respuestas políticas tienen que estar a la altura. No podemos dejar los incendios a merced de la meteorología.
Propuestas de UGT
- Establecer una planificación territorial adecuada, implementando políticas de desarrollo rural que fijen a la población y creen empleo verde y de calidad, fomentando, por ejemplo, la recuperación del “silvopastoreo” para hacer frente a los incendios forestales al mismo tiempo que se incentiva la economía y se asienta población rural.
- Transformar el territorio en menos inflamable y potenciar masas forestales más resilientes al cambio climático, mediante actividades como la extracción, reducción y adecuación de las masas arbóreas y arbustivas a través de trabajos de silvicultura que contribuyan a la ya citada disminución de la carga de combustible, la apertura de áreas contrafuego o la práctica de tratamientos frentes a plagas y enfermedades.
- Apostar por una gestión forestal que vaya encaminada a solucionar el aumento de la continuidad y la acumulación de la vegetación forestal bajo situación de estrés hídrico, integrando tratamientos de aplicación de la cultura del fuego como agente regenerador en el paisaje vegetal, que posibilite el descenso de carga de combustible en nuestros montes.
- Elaborar, desde las diferentes Comunidades Autónomas, planes reales y eficaces contra los incendios forestales dotados de partidas presupuestarias suficientes, aumentando el empleo en el sector, garantizando la continuidad durante los 12 meses del año de los trabajadores y trabajadoras y el establecimiento de labores preventivas todo el año.
- Incrementar el empleo dedicado a la conservación y el cuidado de la naturaleza y los espacios protegidos. Debido al descenso constante y paulatino de los puestos de trabajo en estos sectores en los últimos años, las dotaciones de personal se encuentran bajo mínimos, provocando en ocasiones situaciones de riesgo donde la integridad física de las personas trabajadoras se ve seriamente en peligro.
- Promover campañas para sensibilizar y concienciar a la sociedad en su conjunto sobre la vinculación del cambio climático y los Incendios Forestales y sus graves consecuencias.
- Desarrollar el Estatuto Básico de la Bombera y Bombero Forestal, que mejore las condiciones de trabajo de este colectivo y las iguales en las diferentes CCAA.
- Aprobar una Ley Básica Estatal de los Agentes Forestales y Medioambientales, que establezca un marco normativo mínimo y común, con el fin de reforzar sus funciones y garantías.
► Audio valoración de Ana García de la Torre, Secretaria de Salud Laboral y Medio Ambiente de UGT
► Informe de UGT: "La nueva realidad de los incendios forestales ante el cambio climático"