UGT continúa hoy con su ciclo de Talleres por distintos territorios de nuestro país sobre “El papel del sindicato en la Economía Circular”.
Fecha: 05 Oct 2018
- Tras los Talleres en UGT Extremadura y UGT Galicia, hoy se ha celebrado el de UGT-La Rioja.
- El objetivo de este proyecto es formar a nuestros delegados y delegadas para que jueguen un papel importante en el desarrollo de la Economía Circular
Los talleres van dirigidos a responsables sindicales y a delegados y delegadas con el objetivo de capacitarles para que puedan desarrollar un plan de acción sindical que sirva de apoyo para el desarrollo de la Economía Circular en sus respectivos sectores.
El taller se divide en dos partes; una primera donde se habla de la economía baja en carbono, verde y circular como nuevo paradigma de desarrollo y se comenta el informe de Economía Circular en España, la Estrategia Española de Economía Circular, así como otros desarrollos normativos autonómicos y locales. En la segunda parte, se establece un diálogo con los participantes para analizar la visión y el papel del sindicato en la Economía Circular, acabando con un debate y puesta en común de las conclusiones obtenidas.
También se habla sobre la campaña relacionada con la Economía Circular que estamos desarrollando desde la Secretaría de Salud Laboral y Medio Ambiente de UGT, en colaboración con Ecoembes, para promover un consumo responsable y sostenible, así como la correcta separación de los residuos de envases en los centros de trabajo y los hogares. Campaña que es una muestra más de nuestro compromiso firme con el medio ambiente.
El modelo económico actual es un modelo lineal, basado en “tomar-fabricar-consumir-eliminar”. Este modelo es agresivo con el medio y agotará las fuentes de suministro, tanto materiales como energéticas. Se hace por tanto necesario iniciar una senda de transición para pasar de la economía lineal a la economía circular.
La economía circular es aquella en la que se maximizan los recursos disponibles, para que estos permanezcan el mayor tiempo posible en el ciclo productivo. Reducir todo lo posible la generación de residuos y aprovechar al máximo aquellos cuya generación no se haya podido evitar es uno de sus objetivos principales. El desarrollo de la economía circular quiere afrontar no sólo desafíos globales como el cambio climático, la sostenibilidad y la preservación de la biodiversidad, sino también, aprovechar la oportunidad que representa para fortalecer el bienestar y la prosperidad, manteniendo la creación de valor y de puestos de trabajo.
La transición hacia una Economía Circular es una ventaja para la UE y para España, en el sentido de que incrementa su propia competitividad y sostenibilidad. Se puede crear un número sustancial de puestos de trabajo, favorecer el crecimiento económico, el bienestar a todos los niveles, haciendo hincapié a escala local y, al mismo tiempo, fortaleciendo la cohesión social y la integración.
La consecución del reto de lograr la transición hacia la economía circular únicamente será posible a través de la colaboración, participación e implicación de toda la sociedad: las administraciones públicas, los sectores económicos, los agentes sociales y muy especialmente los consumidores y ciudadanos, cuyas decisiones de compras de productos, así como su comportamiento en la separación de residuos son fundamentales.
La economía circular, en combinación con el desarrollo de la economía verde e hipocarbónica transformará profundamente el mercado de trabajo. Por lo que para garantizar la transición justa y empleos de calidad, se habrá de incentivar la participación de los trabajadores, la adaptación de las capacidades y habilidades de los trabajadores a los retos ambientales y garantizar una fuerte protección social y el respeto de todos los derechos humanos y laborales. El diálogo social a todos los niveles es imprescindible para asegurar una transición justa.
La transición de la Economía Circular en España representa una gran oportunidad para el desarrollo económico y para la creación de nuevos yacimientos de empleo sostenible, con una menor dependencia del consumo de recursos no renovables y de la producción de externalidades negativas, que puede tener impactos significativos no solamente a nivel económico y ambiental sino también social. Pero para dar un impulso a este potencial innovador es necesario armonizar esfuerzos y definir estrategias a largo plazo y acciones inmediatas a través de la creación de una hoja de ruta que involucre activamente a todos los actores principales.
En nuestro país, los potenciales beneficios vinculados al desarrollo de la Economía Circular requieren de una apuesta estratégica del conjunto de las Administraciones Públicas, y la implicación y compromiso de las empresas y agentes sociales.
Se necesitan reformas políticas profundas en varias líneas, en paralelo con la gestión de recursos y de residuos, tales como son los sistemas de apoyo a las energías renovables, el comercio de emisiones, el diseño ecológico o la eficiencia energética, incentivando los objetivos para el reciclaje de materiales.