UGT exige medidas que impidan que las personas refugiadas terminen siendo objeto de explotación

20 de junio, Día Mundial del Refugiado


► Pese al elevado número de solicitudes de asilo, España mantiene la tendencia del bajo número de concesiones y el alto volumen de resoluciones pendientes.

► Es necesario adaptar los medios humanos y materiales de las oficinas de asilo y de extranjería al volumen de población que deben atender.

► Hay que trabajar para que el periodo de solicitud hasta su resolución, no sea también de incertidumbre y abandono en el ámbito laboral y facilitar la homologación y convalidación de los títulos obtenidos en el extranjero.

Con motivo del Día Mundial de los Refugiados, la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores (UGT) quiere recordar que hay más de 79 millones de personas en el mundo que se han visto obligadas a huir de sus hogares, de ellas 26 millones son personas refugiadas, más de la mitad niños, niñas y adolescentes. Según el Ministerio del Interior, en el año 2019, se presentaron en España 118.446 solicitudes de protección internacional, en 2020 el número bajó a 88.760, siendo el tercer Estado miembro de la Unión Europea con la cifra más alta, y entre los meses de enero y marzo de 2021 se han registrado 13.077 solicitudes.

Pese a que las cifras de solicitudes son altas desde hace unos años, no ha cambiado la tendencia del bajo número de concesiones, ya que en el año 2020 se concedieron 4.359 estatutos de refugiado y 1.401 de protección subsidiaria. Por el contrario, 45.262 autorizaciones de residencia por razones humanitarias, fueron concedidas principalmente a personas nacionales de Venezuela.

La otra tendencia habitual es el alto volumen de resoluciones pendientes, 94.985 en el 2020, pese a los esfuerzos en incrementar los recursos humanos y materiales.

Las personas solicitantes de asilo pueden trabajar por cuenta propia o ajena una vez transcurridos seis meses desde la solicitud, pero además de las dificultades con las que se encuentra el conjunto de la población a la hora de ingresar en el mercado de trabajo, y  las propias de las personas migrantes, se encuentran con obstáculos específicos derivados en algunos casos del desconocimiento de la parte empleadora de que el documento que les acredita como solicitantes de asilo, les habilita a trabajar, o del hecho de que la solicitud  pueda ser denegada y en consecuencia se queden en situación administrativa irregular, lo que dificulta la contratación.

Todo ello sumado al desconocimiento del idioma en el caso de determinadas nacionalidades o la tardanza que comparten todas aquellas personas con titulación obtenida en el extranjero (personas de nacionalidad española incluidas) en homologar o convalidar sus títulos.

Más medios en las oficinas de asilo y de extranjería

Por ello, para la Unión General de Trabajadores es preciso:

  • Incrementar los medios humanos y materiales de las oficinas de asilo y de extranjería que no se han adaptado al volumen de población que deben atender
     
  • Que el periodo de solicitud hasta la resolución, no sea también de incertidumbre y abandono en el ámbito laboral. El resultado de la falta de una política real en este sentido lo hemos visto cuando muchos de estos solicitantes han terminado constituyendo una parte importante de las personas repartidoras para plataformas digitales. Es preciso una intervención de los ministerios implicados e interlocutores sociales para diseñar medidas que impidan que estos trabajadores y trabajadoras terminen siendo objeto de explotación.
     
  • Facilitar la homologación y convalidación de títulos obtenidos en el extranjero



Audio valoración de Cristina Antoñanzas, vicesecretaria general de UGT

Fuente: UGT