La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores participa en la nueva edición del Congreso Nacional del Medio Ambiente, en cuya preparación han trabajado activamente los 36 compañeros y compañeras del sindicato que forman parte de los diversos grupos de trabajo. Este gran foro del desarrollo sostenible en España arranca hoy, 31 de mayo, en el Centro de Convenciones Norte de IFEMA (Madrid) y se alargará hasta el 3 de junio. Con el mismo se pretende lanzar un mensaje a toda la sociedad para impulsar la transición ecológica justa mediante unas líneas estratégicas que resulten realmente transformadoras, tal y como implica su lema (“La recuperación que queremos”).

Ana García de la Torre, secretaria de Salud Laboral de UGT, y José de las Morenas, coordinador de la Secretaría de Salud Laboral de UGT, encabezan la delegación del sindicato que inaugura el Congreso. El día 1 de junio, la presencia de UGT será también activa; en el grupo ST3 - Transición Justa intervendrá Ana García De La Torre y Manuel Riera, técnico de Medio Ambiente de UGT, intervendrá en el grupo ST 27 Empresas y Biodiversidad. El jueves, 3 de junio, Javier Vico Reinado, técnico de Prevención de Riesgos Laborales de FESMC-UGT, participará en el grupo ST39 - Calidad del aire.

Debemos comprometernos en la lucha por el medio ambiente

El sindicato considera, en este sentido, que este evento es una oportunidad para concienciar a la ciudadanía de que la problemática medioambiental y el cambio climático son dos retos que ponen en peligro la igualdad, nuestros derechos y la prosperidad del país. Así, UGT, comprometida con la ecologización de los puestos de trabajo y con la promoción del empleo verde y digno para favorecer el desarrollo de la economía circular sostenible y competitiva, insiste en que estamos ante un momento crítico para asegurar el cumplimiento de los retos que comprometen a España en el marco de la Agenda 2030 de la ONU y los objetivos de la UE para 2030 y 2050.

La organización sindical sentencia, por ello, que el no comprometerse con esta transición a través de políticas climáticas es ignorar el profundo impacto que esta crisis tiene (y tendrá) sobre la vida de las personas trabajadoras, los medios de vida y las comunidades, algo inadmisible si queremos mantener nuestro estado del bienestar.