UGT rechaza los ataques de la ultraderecha europea contra Cuba
Fecha: 10 Jun 2021
En debate del pleno del Parlamento Europeo sobre el acuerdo de diálogo político y cooperación entre la Unión Europea (UE) y Cuba celebrado ayer quiso ser utilizado por diputados de grupos de derecha y ultraderecha en el europarlamento para avanzar en su estrategia contra el país caribeño, pero terminó poniendo de manifiesto la escasa o nula iniciativa política en la labor que la ciudadanía europea les encomienda.
No es una sorpresa que los partidos conservadores europeos reproduzcan su permanente acoso político contra Cuba, en su estrategia de apoyo a los sectores más radicalizados de la derecha y ultraderecha latinoamericanas. En esta ocasión, la derecha europea quiso volver a centrar sus ataques en Cuba a pocos días de una nueva votación en la Asamblea General de Naciones Unidas se pronuncie sobre el bloqueo contra el país caribeño. El comprobado daño que esta imposición ilegal de Estados Unidos produce contra Cuba parece no importar a quienes planifican permanentemente nuevos ataques contra el pueblo cubano, que a la ferocidad habitual del bloqueo suma la imposibilidad de abastecerse de productos necesarios para luchar contra la pandemia causada por el COVID-19.
La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores (UGT) rechaza la utilización de las instituciones europeas para un intervencionismo basado en la discriminación ideológica que debe afrontar el pueblo cubano, agravio que se suma al bloqueo económico impuesto por Estados Unidos desde 1962, con el terrible daño a su situación económica y a las posibilidades de desarrollo que dicha extorsión implica.
UGT apoya a los y las trabajadoras de Cuba y al conjunto de su pueblo en el ejercicio de su soberanía ante estos repetidos ataques de sectores políticos y económicos de la derecha neoliberal europea. El futuro de Cuba debe ser decidido por su pueblo, que desde hace ya más de 60 años ha rechazado la imposición de un modelo neoliberal que en Latinoamérica y el mundo solo ha producido concentración de la riqueza, desigualdad y pobreza para la mayoría de los pueblos. Tanto España como la Unión Europea deben seguir apostando por unas relaciones constructivas con Cuba, respetando las diferencias, pero con la defensa de la democracia, el bienestar de la clase trabajadora y la justicia social como objetivos comunes.