El Secretario de Relaciones Internacionales de UGT, Jesús Gallego, ha enviado una carta al presidente de Bolivia, Luis Alberto Arce, mostrando el apoyo y solidaridad del sindicato hacia la clase trabajadora y el conjunto del pueblo boliviano tras los últimos ataques de la extrema derecha en el país, que ha llegado a utilizar la excusa de la demanda de un nuevo censo poblacional para disimular sus intenciones golpistas y discriminatorias

Hace solo unos días, más de un millón de personas se manifestaron en el monumento al Chiriguano, en Santa Cruz de la Sierra, para rechazar el paro indefinido convocado por el gobernador ultraderechista Luis Fernando Camacho, junto a la oligarquía de aquel Departamento boliviano.

La huelga es un instrumento propio de la clase trabajadora, por lo que UGT rechaza que sea utilizada para servir a los intereses clasistas y antidemocráticos que están detrás del paro cívico. La instrumentalización espuria de Camacho y la derecha boliviana de la huelga es contraria a los intereses de los trabajadores y trabajadoras de Bolivia e, incluso, ha perjudicado gravemente a los sectores más vulnerables de la población.

El sindicato denuncia este nuevo ataque al pueblo boliviano y al gobierno constitucionalmente electo. Tras la oscura noche del reciente golpe de estado en 2019, UGT respalda plenamente el proceso de diálogo en el Estado Plurinacional de Bolivia entre el Gobierno y las partes involucradas en el anunciado Censo de Población y Vivienda.

Bolivia ha sufrido recientemente los ataques de una derecha extrema que no acepta que la voluntad popular apoye la construcción de un país más justo y el fin de sus privilegios. Ante esto, la experiencia boliviana, pero también la de otros países del continente e, incluso, de Europa, han demostrado que la unidad de las fuerzas progresistas y democráticas es fundamental para frenar al golpismo y a las agendas político económicas antisociales. 

En este sentido, UGT anima al conjunto del gobierno boliviano, a las fuerzas políticas que lo apoyan, al movimiento sindical y a los movimientos sociales, que continúen con los esfuerzos para mantener un apoyo sólido a una Bolivia de progreso, inclusión social y respeto a la diversidad cultural. Sólo la unidad podrá satisfacer las necesidades de diálogo, paz y progreso para Bolivia.