30 de julio, Día Mundial contra la trata de seres humanos

El sindicato exige una condena más severa a los tratantes con el fin de acabar con una de las formas más feroces de esclavitud moderna.

Demanda un verdadero sistema contra la trata de seres humanos en nuestro país, unificado pero que contemple las diversas finalidades de cada trata. 

Con motivo del Día Mundial contra la trata de seres humanos, que se celebra hoy, 30 de julio, La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores reclama más prevención, identificación y protección de todas las víctimas y una condena más severa a los tratantes, con el fin de acabar con una lacra que supone una de las formas más feroces de esclavitud moderna.  

El sindicato valora los diversos proyectos que hay en nuestro país en torno a la trata de seres humanos. Se prevé la elaboración de una ley contra la trata y de un plan integral contra la trata de seres humanos, ambos elaborados por diferentes Departamentos Ministeriales. En este sentido, UGT considera que es preciso construir un verdadero sistema contra la trata de seres humanos, unificado, con las particularidades que sean necesarias en función de las diversas finalidades de la trata de seres humanos, y que cualquier norma que pretenda abordar la realidad de la trata, ha de hacerlo teniendo en cuenta a todas sus víctimas y todas las formas de explotación. 

Para el sindicato, es preciso que en este sistema esté garantizada la protección y atención a todas las víctimas de trata, sea cual sea su sexo y la forma de explotación de la que han sido víctimas. Hoy por hoy, y tal como se recuerda a nuestro país desde organismos internacionales, solo hay una partida presupuestaria dedicada a la financiación de proyectos de acogida y atención a mujeres y niñas víctimas de trata sexual. Una partida insuficiente y que deja no solo desprotegidas, sino invisibilizadas a las víctimas del resto de finalidades de la trata de seres humanos, entre ellas, la que han sufrido el trabajo forzoso. 

Por ello, UGT señala que otras normas, entre ellas el Proyecto de Ley Orgánica de Garantía integral de la libertad sexual, deberían ser instrumentos para enfrentar la trata de seres humanos, penalizando, en este caso, tanto a quienes prostituyen, como a quien demandan los servicios de las personas prostituidas.