UGT reclama un cambio de rumbo en las políticas para impulsar el empleo juvenil
Fecha: 31 Ene 2021
RUGE denuncia que el empleo de para la juventud solo llegará cuando se desarrollen nuevos sectores en España y se propicie la creación de empleo en nichos de mercado estratégicos
Revolución Ugetista (RUGE-UGT) considera que los últimos datos de la EPA han puesto sobre la mesa que la crisis económica que estamos viviendo, derivada de la pandemia del coronavirus, dejará una huella a largo plazo para la sociedad, particularmente graves para la juventud. Unos datos donde se observa que la evolución de la tasa de paro joven (40,13%) es muy superior a la tasa de paro general (16,13%), subiendo 10 puntos en relación al mismo periodo de 2019.
Además, en casi todas las CC.AA. la tasa de paro es muy preocupante, siendo especialmente elevadas en: Ceuta y Melilla (con un 65,91% y 66,72% respectivamente). Le siguen Canarias, Andalucía, Extremadura y Baleares, tal y como se puede apreciar en el gráfico adjunto, siendo estos los territorios con mayor tasa de paro para los menores de 25 años.
Fuente: RUGE a partir de datos de EPA 4º.TRIM 2020 (Unidad: porcentajes)
Y es que el número de jóvenes en paro menores de 25 años se situó en el 4º trimestre de 2020 en 572.400 personas, a diferencia del mismo trimestre del año anterior que era de a 462.800 personas jóvenes. Esta cifra supone un aumento de 109.600 personas de dicho tramo de edad.
Por ello, RUGE no puede valorar como positivos los datos de empleo del trimestre, donde se ha producido un pequeño repunte de la ocupación y una ligerísima reducción del desempleo, ya que la destrucción de puestos de trabajo joven en el 2020 es de tal magnitud (con una tasa de paro superior al 40%) y hay una contratación producida por una eventualidad (estival) que no permitirá a la juventud mejorar su situación a largo plazo, máxime si tenemos en cuenta esta 3ª ola de la COVID.
Influencia de la COVID en el desempleo juvenil
Otros indicadores que también muestran la dureza de la COVID en personas jóvenes es el comportamiento del empleo en diferentes sectores. Concretamente, el turismo es uno en donde más se aprecia y su capacidad para poder recuperarse, según afirman los propios grupos hoteleros, se retrasaría hasta el 2023. En este sentido, el INE ha mostrado que en el año 2020 las pernoctaciones hoteleras descendieron un 73,3%, siendo ésta la mayor caída sufrida en nuestro país históricamente, lo que se traduce en una pérdida de empleos directos muy importante.
Otro dato a tener en cuenta, que visualiza esta catástrofe, es el índice de cifra de negocios que lleva 9 meses seguidos (incluyendo noviembre) en caída libre, con una tasa anual de -10,6%, ya que el consumo no repuntó lo suficiente ni en el Black Friday, ni tampoco lo hará durante la campaña de rebajas, en plena 3ª ola de la pandemia, con zonas confinadas y siendo necesario quedarse en casa. Y como el comercio es uno de los principales sectores con contratos temporales destinados a jóvenes, realmente la situación es dramática.
A pesar de ello, los datos de la EPA reflejan una ligera mejoría del empleo en el 4ª trimestre de 2020, que sólo ha sido capaz de salvar la campaña de Navidad en ocupación para la juventud de más de 25 años, tal y como muestra el cuadro:
También resulta preocupante que los datos de la EPA muestren que 289.000 de los 622.000 puestos de trabajo perdidos fuesen de personas menores de 30 años. Y es que la tasa de ocupación ha descendido hasta el 19,84%, lo que significa que sólo uno de cada 5 personas jóvenes ha podido tener trabajo durante el 4º trimestre de 2020.
Políticas más efectivas para la juventud
Es un hecho que no hay tramo de edad, dentro del colectivo joven, que no se vea afectado de un modo u otro por las consecuencias de esta crisis, pero es que el problema no nació aquí, veníamos de una situación desastrosa que la COVID ha agravado. Así, aunque incluso Pedro Sánchez haya reconocido que el paro juvenil es “inaceptablemente alto”, vemos que las acciones políticas para revertir este hecho son claramente insuficientes. No solo se deben implementar planes de choque por el empleo joven que mejoren la orientación laboral de personas jóvenes, incentiven la contratación o que mejoren la formación específica. Se requieren unas políticas de reconstrucción del país, que nos hagan pasar de unos sectores volátiles e inestables a otros estratégicos, con gran capacidad tecnológica y con proyección a medio y largo plazo. En definitiva, de esta crisis se puede salir de la misma manera de siempre o cambiando el paradigma y desarrollando el país en torno a sectores estratégicos.
Para los jóvenes que están realizando estudios de básicos, primaria, ESO u otro tipo de estudios, etc. la brecha tecnológica es mayor. No todas las personas jóvenes viven en hogares con un espacio para poder estudiar ellos solos, ni disponen de los elementos o dispositivos tecnológicos necesarios. Se debe caminar hacia una democratización de la tecnología, haciendo que el internet sea accesible en todos los rincones de España y a todas las personas.
Para los jóvenes que están realizando estudios universitarios, a las ya denuncias que venimos haciendo desde RUGE sobre la situación de abusos que viven los becarios, se suma ahora que se vean obligados a aceptar muchos más por la falta de oportunidades. Como siempre, a río revuelto ganancia de pescadores, por lo que es de esperar que haya piratas que aprovechen esta falta de oportunidades como una ventaja para ahorrarse puestos de trabajo por medio de las becas. Por este motivo, RUGE urge al Gobierno a continuar la mesa de negociación sobre el Estatuto del Becario para legislar de una manera más efectiva estas prácticas no laborales y se puedan erradicar los abusos y fraudes que existen en torno a esta figura.
⇒ Informe RUGE: "Reiniciar Sistema. Reivindicaciones Post-COVID"